El cáncer de mama es el cáncer más común en la mujer a nivel mundial. Existen distintos métodos de detección que se han ido actualizando conforme avanza la tecnología con los años. La mastografía es la base del tamizaje y es el método de elección para la detección temprana, siendo en promedio su realización a partir de los 40 años; sin embargo, dependiendo de los factores de riesgo es necesario individualizar cada caso. El ultrasonido (US) mamario ha surgido como una herramienta complementaria, especialmente en mujeres que presentan tejido mamario denso. La resonancia magnética se considera la modalidad de imagen más sensible para representar el cáncer de mama y se ha aceptado como el método suplementario principal para la detección de pacientes de alto riesgo. En cambio, la PET/CT permite un estudio morfológico y metabólico simultáneo con localización definida de una lesión metastásica. El desarrollo de tecnologías emergentes está encaminado a mejorar la detección o caracterización de las lesiones mamarias, estas tecnologías se complementan para poder realizar un abordaje completo e individualizado con la finalidad de obtener una valoración más adecuada de la presentación de cada patología. La alta incidencia del cáncer de mama orienta a crear un sistema de prevención eficiente con la finalidad de reducir las numerosas tasas de mortalidad. El objetivo del artículo es describir las modalidades actuales de los estudios de imagen más utilizadas para el tamizaje, diagnóstico, seguimiento y vigilancia del cáncer de mama con un enfoque en sus principales usos e indicaciones.