El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una afección asociada con elevación de andrógenos y disfunción ovárica en mujeres. Es uno de los trastornos más comunes en mujeres de edad reproductiva, y es una de las primeras causas de infertilidad, con una prevalencia mundial de 6-21%. Es importante denotar, que es una enfermedad multifactorial poligénica, que se debe a la interacción de defectos genéticos, endocrinos, metabólicos y de factores ambientales. Las manifestaciones clínicas incluyen irregularidad menstrual, signos de hiperandrogenismo y obesidad, con aumento en la incidencia de diabetes 2 en este síndrome, así como irregularidades en la ovulación y menstruación. El diagnóstico se hace principalmente clínico, tomando en cuenta ciertos criterios, uno de estos son los criterios de Rotterdam 2003. A pesar de que es una enfermedad multifactorial, el tratamiento se puede enfocar en 2 objetivos, mejorar la disfunción metabólica y mejorar la fertilidad, esto puede ser por medio de dieta y ejercicio, metformina, anticonceptivos e inositol, medicamento que apenas comenzó a ser probado en este siglo, los primeros resultados apuntan que es muy útil para promover la función de la insulina, ya que al utilizar inositol aumenta su captación y además promueve la función de la FSH, acciones que prometen el desarrollo de un medicamento favorecedor para estas pacientes.